Entre pinos
Nov 30, 2008
Nov 29, 2008
Perro pastor
Hércules
Te conté que...
En ese pueblo chiquitito que adoro y que es lo más parecido al paraíso que nunca he conocido, los habitantes principales son los hombres, los mastines y las vacas.
Los mastines están tumbados la mayor parte del día. Desganados, caminan vagos, taciturnos, como osos desperezándose en la primavera temprana. Difunden un aire de paz y relajación que alcanza a todos los lugareños. Es felicidad! Te saludan al pasar olfateándote hasta reconocerte, es el saludo más franco que puede brindar un animal. De pronto algo se tuerce y aúllan a los montes, a las cumbres, con una profundidad y dramatismo que hace admirar y querer aún más a estos animales. Mastines grandes, de huesos largos y nobles, señores medievales sin aspavientos ni decoros. A la noche despiertan y despabilan, y se transforman en ágiles y astutos perros, fieros y lobunos.
Cuántos rebaños le deben la vida a estos fieles compañeros!
En ese pueblo chiquitito que adoro y que es lo más parecido al paraíso que nunca he conocido, los habitantes principales son los hombres, los mastines y las vacas.
Los mastines están tumbados la mayor parte del día. Desganados, caminan vagos, taciturnos, como osos desperezándose en la primavera temprana. Difunden un aire de paz y relajación que alcanza a todos los lugareños. Es felicidad! Te saludan al pasar olfateándote hasta reconocerte, es el saludo más franco que puede brindar un animal. De pronto algo se tuerce y aúllan a los montes, a las cumbres, con una profundidad y dramatismo que hace admirar y querer aún más a estos animales. Mastines grandes, de huesos largos y nobles, señores medievales sin aspavientos ni decoros. A la noche despiertan y despabilan, y se transforman en ágiles y astutos perros, fieros y lobunos.
Cuántos rebaños le deben la vida a estos fieles compañeros!
Nov 26, 2008
Nov 25, 2008
Nov 24, 2008
Menorca
Una tarde de calurosísimo Julio.
Allí estaba, sentada en un murete de piedra, a la sombra de un algarrobo. Oía un crujido lento de hojas. Parsimonioso. No veía nada. Pofin, entre unas hojas en movimiento apareció una cabeza hermosa de tortuga, del mismo color que los troncos de los árboles. Qué hallazgo! qué ilusión!
Allí estaba, sentada en un murete de piedra, a la sombra de un algarrobo. Oía un crujido lento de hojas. Parsimonioso. No veía nada. Pofin, entre unas hojas en movimiento apareció una cabeza hermosa de tortuga, del mismo color que los troncos de los árboles. Qué hallazgo! qué ilusión!
Nov 21, 2008
Setas
Te conté que...
El olor amargo a musgo y barro impregnaba el aire.
Y entre las agujas pardas se insinuaba una carne jugosa y reluciente.
Un sombrero cubierto de viscosidad brillante, un olor fresco y profundo como la madera más apretada.
Ya la tierra sosegada, tranquila y oscura, regada en abundancia, se reconforta. Y de ella empiezan a crecer frutos. Tantos, tan ricos, coloridos, tan generosa!
El olor amargo a musgo y barro impregnaba el aire.
Y entre las agujas pardas se insinuaba una carne jugosa y reluciente.
Un sombrero cubierto de viscosidad brillante, un olor fresco y profundo como la madera más apretada.
Ya la tierra sosegada, tranquila y oscura, regada en abundancia, se reconforta. Y de ella empiezan a crecer frutos. Tantos, tan ricos, coloridos, tan generosa!
Retratando la costa asturiana
Obsesiones de pera IV
Pear Obsession IV
It is enough for today. Tomorrow I will keep studying them. I love them, It is obsessive!
Peras queridas! Un día más aguantaré sin comeros para contemplaros embobada embebida en vuestra oronda tersura de metal, feliz y rojiza! Seguir el trazo del fino alambre que sujeta firme vuestro corpulento peso, matizar las luces que circunvalan el contorno: de la nuca al ancho trasero!
Peras hermosas de otoño!
It is enough for today. Tomorrow I will keep studying them. I love them, It is obsessive!
Peras queridas! Un día más aguantaré sin comeros para contemplaros embobada embebida en vuestra oronda tersura de metal, feliz y rojiza! Seguir el trazo del fino alambre que sujeta firme vuestro corpulento peso, matizar las luces que circunvalan el contorno: de la nuca al ancho trasero!
Peras hermosas de otoño!
Nov 12, 2008
Dos peras de cobre
Retratos caseros: Cebollas
Nov 10, 2008
Nov 7, 2008
Te conté que...
Estaba sentada en una roca húmeda, y veía cómo se zambullía una y otra vez un cormorán saliendo cada vez sin triunfos. Y otro pequeño grupo observaba desde la roca, una gran roca como una isla en medio de las olas oscuras.
Te conté que..
Otro día me acerqué desde arriba, y veía la arena clara, amarillo pastel, rogando al cielo tormentoso que no descargase. Y en la orilla un reguero granate de algas esperaban ser devoradas de nuevo por la ola, alejada allá, casi en el horizonte, adivinándose su espuma más blanca aún que la luz pálida de aquel día.
Estaba sentada en una roca húmeda, y veía cómo se zambullía una y otra vez un cormorán saliendo cada vez sin triunfos. Y otro pequeño grupo observaba desde la roca, una gran roca como una isla en medio de las olas oscuras.
Te conté que..
Otro día me acerqué desde arriba, y veía la arena clara, amarillo pastel, rogando al cielo tormentoso que no descargase. Y en la orilla un reguero granate de algas esperaban ser devoradas de nuevo por la ola, alejada allá, casi en el horizonte, adivinándose su espuma más blanca aún que la luz pálida de aquel día.
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