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Pues un Hygrophorus Pratensis. Sí, comestible, pero sin demasiado valor. Lo herví un poco como me recomendó el Buen Hombre, ya que lo llevaba en la misma caja que los ejemplares draculescos "semisanguinea", mortales. Por si se mezclaron esporas o lo que fuera. Luego a la plancha, que menguaron hasta parecer ridículos. Blancuzcos y diminutos, quedaron muy pobretones. Pero más pobretón fue su sabor. Bah! qué decepción! Ni color con los Boletus de abajo (Sullus Luteus).

1 comment:
i love this! they look like they are dancing!
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