Las playas asturianas son tímidas joyas que el mar, mordiendo las montañas que llegan a él, va moldeando.
Casi vacías, limpias, y siempre con una brisa, pronto transformada en fuerte viento, que junto con la bravura del mar no dejan que la placidez estival nos aborregue.
Casi vacías, limpias, y siempre con una brisa, pronto transformada en fuerte viento, que junto con la bravura del mar no dejan que la placidez estival nos aborregue.
2 comments:
Muy buena tu obra Cati, muy suelta, bien encuadrada, con profundidad y describiendo estupendamente el ambiente de playa.
Enhorabuena.
Saludos.
Muchas gracias José Antonio! hacía mucho viento y aunque el día empezó soleado, de pronto se tornó el cielo gris y llegó la lluvia, la acabé deprisa , cobijada bajo una piedra! :)
saludos!
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